En un mundo que va cada día más deprisa, este espacio surge para
conectar con nosotras mediante diferentes técnicas respiratorias y
posturas corporales. Dedicándonos un tiempo para el autocuidado,
autoconocimiento y empoderamiento a través de nuestros cuerpos
y de la energía del grupo. La práctica de yoga como camino al
equilibrio y silencio que necesitamos cada día en una sociedad
donde las mujeres cargamos con demasiadas mochilas.
Mugimenduaren eta irudiaren bitartez autoezagutza landuko da.
Norbanakoaren gorputza mugimenduan jarri eta mugikorrarekin
jasoko ditugu irudiak. Momentuko bizipenak barrutik kanporatuko
dira, kontzientziara ekarriko dira eta horien gaineko irakurketa
egingo dugu, norberaren eta taldearen elkar ezagutza ahalbidetuko
duen espazioaz eta uneaz gozatuz.
En un mundo que va cada día más deprisa, este espacio surge para conectar con nosotras mediante diferentes técnicas respiratorias y posturas corporales. Dedicándonos un tiempo para el autocuidado, autoconocimiento y empoderamiento a través de nuestros cuerpos y de la energía del grupo. La práctica de yoga como camino al equilibrio y silencio que necesitamos cada día en una sociedad donde las mujeres cargamos con demasiadas mochilas.
El Lugar de Poder no es un lugar físico, sino una forma de poner la atención en mí. Desde este Lugar, que cultivaremos en el taller mediante ejercicios prácticos, podremos observar los pensamientos que nos limitan a dar pasos para vivir más plena y libremente en el presente. El Lugar del Poder es un lugar en el que conecto con la fuerza y la confianza en mí, y también en la fuerza común de las mujeres.
• Observaremos nuestras sensaciones, tanto físicas cómo emocionales.
El Lugar de Poder no es un lugar físico, sino una forma de
poner la atención en mí. Desde este Lugar, que cultivaremos
en el taller mediante ejercicios prácticos, poder observar los
pensamientos que nos limitan a dar pasos para vivir más plena
y libremente en el presente. El Lugar del Poder es un lugar en
el que conecto con la fuerza y la confianza en mí, y también en
la fuerza común de las mujeres.